miércoles, 21 de junio de 2017

Sin ruido de fondo.

Oír como se consume poco a poco el cigarro con cada calada.

Oír el silencio.
Preocuparte por nada.

Aplastar las latas para tenerlas catadas y no manchar la espuma.
Hacerte reír como nueva rutina.
Notar las plantas recién regadas.

Tener frío por no estar en el agua.
Manejarlo con calma para que duren algo más de veinticuatro horas.
Mancharme la barba con sed tan saciada.
Sacar fuerzas, y no necesitarlas.

Girarme y con eso, mantener la calma.
Escribir, y seguir oyendo nada.
Huir del asfalto, del ruido y sus máquinas.
Buscar piedras, conchas y calas.
No saber qué hacer, de no tener que hacer nada.

Somos la puta burguesía de la calidad de vida. Sed peces, no dejéis que os metan en latas.
Y no os fuméis hasta las letras, dejad al nombre libre que todavía queda mucho por escribir.



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