domingo, 29 de enero de 2017

Re-flexiones.

La estética del compromiso atraía lo mismo que el no poder dormir al llegar de fiesta.
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El aprender a escribir sin estar jodido, no es tan jodido como no hacerlo.
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El aprender algo, de alguien, es algo que nunca se podrá pagar con dinero.
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El aprehender a alguien que merezca la pena, parece hasta fácil.
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A veces, el desconocimiento de la ley, no implica su cumplimiento. Porque no nos da la puta gana.
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A veces, el conocimiento de ésta, tampoco.
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Ese que dijo lo de las mariposas del estómago se equivocaba. No hay mariposas, hay neurotransmisores.
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Cómo nos gustan los neurotransmisores.
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Que miedo nos dan las mariposas.
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Si seguimos descubriendo, merece la pena. 

jueves, 12 de enero de 2017

Seamos serios.

Somos teóricos mediocres, y peores practicantes (como si lo dijesen los de Lagrimas de Sangre).
Curva a la derecha, ras.

No tengo ni idea de donde me estoy metiendo, pero me gusta.
Y yo creo que nos gusta.
Extremoduro seguía teniendo razón y además le haces sombra a la birra. No se si pa acordarme de tu pelo, o para olvidarme del resto.

Y son menos. Somos más.
Detrás de esa fachada te estoy viendo el ombligo.  Y no el ombligo ese del mundo, del que habla todo el puto mundo.

Sabes, siempre he sido más de Bukowski que de Benedetti. Y me encanta.

Sonríe un poco, que se te escapa.
Y qué bien te queda.




martes, 3 de enero de 2017

Causualidades,

Y me río yo de las casualidades.

La entelequia de las musas cada vez se hace más fuerte, y joder, quién pudiese tener una máquina para escribir.
El ordenador parece frío, pero la procesión va por dentro y quiere salir a putos borbotones.
Aunque sólo haya sido por eso de pegar tiros al aire,
y que las balas perdidas caigan,
y no(s) den a nadie. A todos.

Me río de las veces,
que entre las cosas que creíamos que no iban a dejar resaca,
me levantaba con el mejor dolor de cabeza que había tenido nunca.

Y de abrocharte la camisa como puedes, no como querrías.
Y de girarte y decir: he perdido?

Y me vuelvo a reír pero es que no creo en vosotras, casualidades.
Yo me creo las causas.

Que si, que te entretienes.
Que las copas baratas siguen sabiendo a lo mismo, pero cada vez nos las bebemos con más ganas.

Al final, habrá sido una de esas balas de las que hablábamos antes. Habrá rebotado y habrá llegado hasta aquí.

Pero escucha, por si no estabas tan perdida:
Os acordáis de eso de tan cerca pero tan lejos?

Pues no estaba muerto, estaba de parranda.

Volverán los mariachis

Qué bonita eres Madrid cuando quieres.
Sin prisas, pero con movimiento,
sin móviles pero atendiendo,
sin luces, pero deslumbrando
sin tráfico, pero caminando
sin nada que perder, pero ganando
sin ganas de perdernos, pero encontrándonos.

Que normal eres Madrid cuando quieres.
Sin humo de los coches, pero echándonos un cigarro
sin dolor de cabeza, pero con ruido de fondo
sin ganas de caminar, pero empujándonos
sin nada que decir, pero inventando
sin  querer comprar, pero gastándonos
sin ganas de volver, pero acampando.

Que mierda eres Madrid cuando quieres.
Sin nadie a quien querer, pero follando
sin nada que pensar, pero opinando
sin algo que sentir, pero llorando
sin besos de despedida, pero acabando
sin tiempo que perder , pero matándolo
sin ti, sin mí, ¿Hasta cuándo?