Los
parecidos razonables, a veces originan dudas porque te reflejan tus defectos.
Las apariencias siguen engañando y acaban descubriendo lomos de buenos libros cubiertos por polvo.
Los gustos cambian, supongo que por eso de no sé qué de la evolución humana.
Lo kinki gusta, hace 40 años podíamos estar pelando cables de un 1430.
Los tugurios enganchan, y nos encanta que el del bar nos salude por nuestro nombre.
Las cuentas salen, y nos encanta también pagarle la universidad a los futuros hijos del del bar.
Los perros gruñen, porque no dejan que cualquiera se meta donde no le llaman.
Los cigarros se acaban, pero no las ganas de fumarte.
Los miedos se huelen, aunque tapemos la nariz al resto.
Las apariencias siguen engañando y acaban descubriendo lomos de buenos libros cubiertos por polvo.
Los gustos cambian, supongo que por eso de no sé qué de la evolución humana.
Lo kinki gusta, hace 40 años podíamos estar pelando cables de un 1430.
Los tugurios enganchan, y nos encanta que el del bar nos salude por nuestro nombre.
Las cuentas salen, y nos encanta también pagarle la universidad a los futuros hijos del del bar.
Los perros gruñen, porque no dejan que cualquiera se meta donde no le llaman.
Los cigarros se acaban, pero no las ganas de fumarte.
Los miedos se huelen, aunque tapemos la nariz al resto.
Las ganas crecen, parece que suena un poco la maquinaria.
Imaginaos comiendo un filete, poco hecho, que esté crudo por dentro, sin sal ni pimienta.
Yo no soy quien para deciros lo que tenéis que hacer, pero echadle sal a la vida joder.